Caperucita Dorada (3ºA)
Érase una vez una niña que era
muy guerrera porque no le tenía miedo a casi nada. Su abuela, que la quería mucho, le regaló una armadura
dorada para que la protegiera de los peligros. Desde entonces todos la conocían
como Caperucita Dorada.
Un día, Caperucita, que quería
mucho a su abuela, decidió ir a llevarle mazorcas de maíz y fruta fresca, que
le encantaban. Su abuelita vivía en una casa sobre un árbol, con un cachorro de
lobo que le hacía compañía, muy cerca de la aldea en la que vivía
Caperucita.
Caperucita iba en bicicleta y un
lobo policía la paró por el camino para decirle que tuviera cuidado con los
baches y las curvas del camino. Pero Caperucita tenía mucha prisa y no le hizo
caso. De repente su bicicleta chocó con algo que había en el camino y pinchó.
Entonces tuvo que ir andando y se encontró a otro lobo, pero este no era bueno
y quiso engañarla. Le indicó un camino, diciéndole que era más corto, pero en
realidad era más largo. Pero Caperucita tampoco le hizo caso y siguió por su
camino, que era el más corto.
Cuando llegó a la casa de su
abuela ésta no estaba porque estaba paseando con su cachorro de lobo.
Caperucita se quedó esperándola y como estaba aburrida empezó a probarse la
ropa de su abuela. Como tardaba, se quedó dormida.
La abuela llegó con una gran
sorpresa, ya que era su cumpleaños. Había comprado una tarta y había invitado a
todos sus amigos, incluido el lobo policía. Hicieron una gran fiesta y se lo
pasaron muy bien.
Y colorín colorado, este cuento
se ha acabado.
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